Header Ads

La familia de la espinosiega fallecida de cáncer tras tres meses de atención telefónica supera las 100.000 firmas para exigir que las consultas sean presenciales

Sonia Sáinz-Maza, en la foto que ha compartido la familia en Change.org.

Lydia, la hermana Sonia Sáinz-Maza, la mujer fallecida en Espinosa de los Monteros después de esperar tres meses sin ser atendida de forma presencial por el cáncer que sufría, ha superado ya las 100.000 firmas dentro de la recogida que ha iniciado en la plataforma Change.org para exigir que se acaben las consultas telefónicas para volver a las presenciales, como antes de la pandemia de covid. 

En su alegato, Lydia explica que su hermana falleció por cáncer de colón el pasado 13 de agosto, "sin la atención médica presencial que necesitaba y que se merecía. Sólo tenía 48 años y no dejo de preguntarme si hoy podría seguir viva". 

A causa de la negativa a ser atendida de forma presencial, "Sonia no supo de su enfermedad hasta cuatro semanas antes de morir, cuando fue ingresada en el Hospital de Cruces (Bizkaia). Hasta entonces se pasó tres meses siendo atendida una y otra vez por teléfono por su médico de familia". 

"Tres meses en los que no se la exploró ni una sola vez. Tres meses en los que pese a los sospechosos síntomas que declaraba (llamativa pérdida de peso, color de piel amarillento, no soportaba una pastilla en el estómago...) nadie se planteó hacerle una mísera analítica hasta que ella la exigió, cuando su debilidad era ya extrema", continúa el relato de Lydia. 

En este escenario, para la hermana de la fallecida, "sobre el papel la mató el cáncer, pero yo siento que la mató más la excusa del covid". Por eso pide más firmas dentro de esta recogida, "para pedir que no haya más Sonias. Las consultas telefónicas deben ser residuales y utilizarse para casos menores. No como la fórmula común de atención sanitaria". 

Lydia cree que el coronavirus "se ha convertido en la excusa perfecta para que las administraciones instalen las consultas telefónicas en nuestro sistema público de salud. En la práctica ha supuesto que los ciudadanos perdamos uno de nuestros derechos fundamentales: el derecho a una asistencia sanitaria de calidad y digna". El lema de esta reivindicación es que "por teléfono no se cura". Y es que la sanidad pública "no puede ser el juego de la gallinita ciega". 

"Pese a que la profesión médica está muy preocupada por esta situación, para muchos pacientes conseguir que el doctor les vea la cara es ahora una cuestión de pura suerte, del 'depende de con quién pilles'. Las citas presenciales con especialistas acumulan también demasiados meses de retraso. Y así es como poco a poco nos están abandonando", insiste Lydia, quien habla por propia experiencia: "Le ha tocado a mi hermana mayor. Con un cáncer que se pudo diagnosticar antes. Porque en Atención Primaria no recibió el trato que hubiera merecido. Se quedaron con que tenía una lumbalgia y no escucharon más. No hubo manera. Tuvieron oportunidad de verla en varias ocasiones, en el centro de salud, cuando acudió a ponerse inyecciones, pero no quisieron tocarle un pelo". 

Cree que Sonia tampoco recibió una atención adecuada en las urgencias hospitalarias por las que pasó, en dos comunidades autónomas diferentes. "En el Hospital de Cruces le llegaron a recriminar que hubiera acudido, porque decían que se estaba arriesgando a coger el dichoso virus que hoy dicta la vida y la muerte, incluso aunque no llegues a infectarte", afirma.

Lydia considera que tanto su hermana como "tantas y tantas otras personas, son 'las otras víctimas del covid'. Quiero justicia para ella. Pero eso, aunque llegará, no me la devolverá. Así que también quiero soluciones para que no haya más Sonias. Para que nadie más sea colocado al borde del precipicio. No podemos evitar todas las muertes por cáncer o por otras enfermedades, pero sí podemos evitar que otras personas reciban una atención insuficiente, como le pasó a mi hermana. Con ella la atención llegó demasiado tarde".

Por todo ello, reclama "soluciones ya, para que ninguna otra familia tenga que sentir que ha perdido a un ser querido por el que se pudo hacer mucho más y no se hizo porque 'eran tiempos de covid'. No, el covid no lo justifica todo". "Necesitamos recuperar ya las consultas presenciales. La medicina real, la de verdad, la que puede salvar vidas o simplemente atajar el dolor y mitigarlo, la sanidad pública que nos merecemos", concluye Lydia Sáinz-Maza.

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.