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El Picón Blanco será protagonista de la etapa reina de la próxima Vuelta a Burgos

Perfil de la tercera etapa de la Vuelta a Burgos 2020.
Perfil de la tercera etapa de la Vuelta a Burgos 2020.

La tercera etapa de la Vuelta a Burgos, con salida en el Museo del Petróleo de Sargentes de la Lora, tendrá como protagonista la espectacular ascensión del Picón Blanco, en el municipio de Espinosa de los Monteros. Será el jueves 30 de julio. Un final de lujo para una jornada que está considerada como la reina de la próxima edición. En total, 150 kilómetros con cuatro puertos de montaña, tres de ellos de Tercera Categoría, salvo la cima espinosiega, con calificación Especial. Una cita realmente importante, ya que, si todo va bien, la Vuelta a Burgos será la primera competición de la élite del ciclismo mundial tras el parón por la pandemia de coronavirus. 

El Geoparque de Las Loras, incluido por la Unesco en la Red Mundial de Geoparques, acogerá la salida de la tercera y etapa reina de la XLII Vuelta a Burgos que se disputará -sobre cinto etapas en línea- del martes, 28 de julio, al sábado, 1 de agosto, bajo la organización de la Diputación de Burgos, siempre y cuando se cuente con el permiso preceptivo y atendiendo siempre las pautas de contingencias Covid-19 marcadas por las autoridades competentes.

La Diputación de Burgos, en su ánimo de proyectar a través del ciclismo la riqueza patrimonial y paisajística de la provincia, dará proyección en esta etapa a este singular terreno del Geoparque de las Loras, formado por grandes páramos calizos separados por espectaculares cañones fluviales en la zona norte de las provincias de Burgos y Palencia.

Considerada como la etapa reina, contará con un trazado sinuoso de 150 kilómetros en el que los corredores deberán superar el Alto de la Mota (Km.20), el Alto Escalerón (Km.39), el Alto de Ailanes (Km.64) (ambos en el Valle de Zamanzas) y el Alto de Retuerta (a 26 Km. de meta, en la Merindad de Sotoscueva), todos ellos considerados puertos de Tercera Categoría, antes de la ascensión final al Picón Blanco, que repite como final de etapa tras el éxito que supuso la ascensión en las tres últimas ediciones.

Los ciclistas entrarán en Las Merindades por Quintanilla Colina, en Los Altos, para atravesar el Valle de Zamanzas por localidades como Villanueva Rampalay, Gallejones, Robredo de Zamanzas y Ailanes. Posteriormente accederán al Valle de Manzanedo por San Miguel de Cornezuelo y pasarán por Rioseco, antes de entrar en el municipio de Villarcayo de Merindad de Castilla La Vieja por Incinillas. Sin embargo, antes de pasar por la capital villarcayesa, el pelotón visitará El Vado y Medina de Pomar (donde estará ubicado el avituallamiento). 

Desde la villa medinesa, los corredores, ahora sí, pasarán por las calles de Villarcayo para dirigirse hacia Puentedey. así, atravesarán Cigüenza, Escanduso y Escaño para acceder a la Merindad de Valdeporres por Brizuela. Tras girar a la derecha junto al imponente 'Puente de Dios', la carrera entrará en la Merindad de Sotoscueva por Quintanilla-Valdebodres. El paso por las localidades de Cogullos, Ahedo de Linares y Cornejo precederá a la ascensión al alto de la Retuerta. 

Quintanilla del Rebollar y Barcenillas del Cerezo serán los últimos pueblos de paso antes de llegar a Espinosa de los Monteros, donde arrancará la ascensión al decisivo Picón Blanco, con 7,8 kilómetros de subida.
 
El corte de cinta tendrá lugar a las puertas del Museo del Petróleo de Sargentes de la Lora, primer museo de estas características en España y uno de los centros interpretativos del Geoparque, que permite al visitante hacerse una idea clara de cómo se conformó este territorio a lo largo de los últimos 250 millones de años.

La primera ascensión al Picón Blanco, en la edición de 2017, finalizó con exhibición y victoria para Mikel Landa. Un año después, este mismo escenario fue testigo de un mano a mano, entre dos ciclistas colombianos. Miguel Ángel 'Supermán' López, se impuso por un golpe de pedal a su compatriota Iván Ramiro Sosa, después de una escapada agónica que fue neutralizada a escasos metros para la meta. El año pasado, la última ascensión al que ya es un clásico final en alto del ciclismo nacional, Sosa se sacó la espinita y consiguió un épico triunfo entre una intensa niebla que cubrió la cumbre a dos kilómetros de meta. Fue una victoria de peso con la que el vencedor de las dos últimas ediciones se enfundó además el jersey morado de líder de la Vuelta a Burgos.

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