La Junta reanuda los trabajos de control de la avispilla del castaño en Jurisdicción de San Zadornil
El Servicio Territorial de Medio Ambiente de la provincia dirigirá y ejecutará la suelta de Torymus sinensis, al igual que en años anteriores. Se calcula que los trabajos concluirán a mediados de mayo y, posteriormente, se seguirá con los estudios encaminados a conocer el grado de parasitismo que se va alcanzando.
Esta labor es considerada actividad esencial dentro del Estado de Alarma pues su realización repercute en la futura producción de castañas de los años venideros. Por ello, los trabajos de suelta se están realizando cumpliendo todas las medidas de seguridad que la pandemia obliga a realizar, como son la desinfección de todo el material recibido, el distanciamiento social y el uso de mascarillas y guantes, entre otros materiales de protección sanitaria.
Castilla y León comenzó en 2018 las sueltas experimentales con este parasitoide y en aquellos puntos donde se han soltado Torymus durante estos dos últimos años se han podido recuperar ejemplares en campo al año siguiente de la suelta, lo que indica que la población del parasitoide se está asentando y que irá creciendo y expandiéndose, produciendo el deseado control de la plaga. Por ello, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente lo seguirá liberando tanto en aquellos puntos nuevos donde se ha extendido la plaga de la avispilla, como en los puntos donde ya se ha soltado otros años, con el fin de potenciar la instalación.
Tras estos estudios experimentales, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ya ha aprobado su uso para este año como un método más de control biológico para la lucha contra la avispilla del Castaño, al haberse comprobado su eficacia y seguridad.
Este año, a causa de la meteorología, la fenología del castaño se ha adelantado respecto a los años anteriores, y, por tanto, la brotación de las yemas. La suelta del parasitoide ha de hacerse desde el momento en que las yemas empiezan a abrirse y las primeras hojas de los castaños se despliegan, comenzando a ser visibles las pequeñas agallitas que provoca la larva de la avispilla del castaño.
Las recomendaciones de gestión en los sotos donde se realizan las sueltas del parasitoide son las de años anteriores: No usar fitosanitarios, no realizar podas hasta noviembre y no se deben quemar los restos de poda o limpieza (incluidas las hojas) hasta tener asegurada la instalación del parasitoide.
La avispilla del castaño es una plaga originaria de China que se ha ido extendiendo por Europa y que está presente en nuestra comunidad desde el año 2015 que llegó a Burgos, posteriormente ha aparecido en el año 2017 en León y en 2018 se localizaron focos estables de avispilla en Zamora.
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