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23 represaliados de Valdenoceda que por fin descansan en paz

Foto: @Valdenoceda/Twitter
La Agrupación de Familiares de Represaliados en Valdenoceda se reunió, una vez más, el pasado sábado, 12 de abril, para rendir su tradicional homenaje a los represaliados en la antigua cárcel de la localidad de la Merindad de Valdivielso.

El homenaje de este año supuso, además, un importante hito, ya que se celebró la mayor entrega de restos que nunca haya realizado la Agrupación, que hasta ahora, desde 2010 (en que se realizó la primera entrega) había identificado 26 restos.

Con la entrega de los restos de estos 23 presos represaliados en Valdenoceda, la Agrupación ya suma 49 identificaciones totales y da un paso más en su empeño por recuperar "la memoria de aquéllos que tanto sufrieron durante la posguerra y por devolver a sus familias los restos de sus seres queridos. Se trata, pues, de un paso más en un proceso necesario, que busca cerrar heridas que llevan décadas abiertas", comenta el colectivo en su blog.

Los represaliados eran de diversos lugares de toda España. Algunos de ellos procedían de la propia provincia de Burgos, pero también de Ciudad Real, Jaén, Madrid, Zaragoza, Cantabria, Palencia, Álava o Córdoba. "Por fin, después de 70 años, podrán retornar a su localidad de origen, a su pueblo, con su gente".

Los restos entregados son los siguientes:

-Julián Chavez Gallego, nació en Córdoba. Fue hecho preso y trasladado a la cárcel de Valdenoceda, donde falleció el 5 de abril de 1940. 74 años después ha sido identificado. Sus nietos fueron a recogerle a Valdenoceda.
-José Carrasco Valiño, que nació en Campillo de Llerena, en la provincia de Badajoz, pero vivía en Picón, Ciudad Real. Falleció el 7 de agosto de 1942. Era jornalero y dejó viuda y dos hijos.
-Sebastián Martínez Tomás, un madrileño que murió en Valdenoceda el 10 de julio de 1942. Era albañil y estaba casado. Dejó 2 hijos y 1 hija.
-Valentín Ayuso Sáez, natural de Villamanrique de Tajo, en la provincia de Madrid, que murió en la prisión el 1 de octubre de 1942. Era jornalero. Estaba casado y dejó familia numerosa, con 2 hijos y 4 hijas.
-Antonio Abad Vara, nacido en Getafe, una localidad muy poblada del sur de Madrid, que murió en Valdenoceda el 4 de septiembre de 1942. Era molinero. Dejó viuda y cinco hijos.
-Guillermo Ruiz de Diego, que nació en Escalada y vivía en Ailanes, dos localidades de Burgos, y que murió en la prisión de Valdenoceda, a pocos kilómetros, el 22 de diciembre de 1939. Era labrador. Estaba caso y dejó 4 hijos.
-Valentín Legarda Orbe, de Santurde. Los archivos nos aseguran que este pueblo está en Álava, pero amigos de la Agrupación nos han insistido en decirnos que Valentín era el veterinario de Sotoscueva. Según nos cuentan, estaba con Carmen Acaiturri. Y su sobrino, Fidel Sainz-Rozas Acaiturri, era alcalde de Sotoscueva por Izquierda Republicana. Según parece, provenían de la Merindad de Montija. Por eso, nuestros amigos piensan que Valentín no era alavés, sino burgalés. Murió el 10 de diciembre de 1939.
-Adolfo Pérez Lopez, un gallego de Ronfe, en la provincia de Lugo, que vivía en Madrid, donde esos apellidos son muy comunes. En su ficha consta como ‘empleado’. Murió el 18 de noviembre de 1939. Estaba casado y dejó tres hijos.
-Teodoro Pérez Martín, natural de Miraflores de la Sierra, en Madrid, cuya familia pasó a residir en Aranjuez, en donde no los encontramos. Teodoro era industrial y estaba casado. A su muerte, ocurrida el 18 de octubre de 1941, dejó viuda y un hijo.
-Anselmo Montero Hernández, nacido en Majadahonda, que se trasladó a vivir, antes de su detención, a Aravaca, dos localidades de Madrid. Era pocero. Murió el 3 de agosto de 1941. Era viudo y a su muerte dejó 3 hijos, que pasaron a ser huérfanos de padre y madre.
-Vicente Tercilla Abasolo, nacido en Angulo (Burgos), donde residió hasta su detención. Murió en Valdenoceda el 8 de noviembre de 1941. Era labrador. Estaba casado y dejó 3 hijos y 1 hija.
Bonifacio García Alcalde, de Roa de Duero, también burgalés, que murió el 29 de octubre de 1941. Era vendedor ambulante y estaba soltero.
-Valentín Villanueva García, de Villarrubia de los Ojos, en Ciudad Real. Murió el 18 de febrero de 1943. Estaba soltero y tenía hemos sabido que tenía un hermano que se llamaba Elías, que está enterrado en Villarrubia.
-Benito Velasco Iglesias, nacido en Aranda de Duero (Burgos), que murió en Valdenoceda el 20 de octubre de 1942. Benito era soltero y a la Asociación le consta que su profesión era labrador.
-Antonio López Mora, un manchego de San Lorenzo de Calatrava, en Ciudad Real. Antonio sufrió, como muchos otros, los traslados en vagones de ganado hasta Burgos, kilómetros y kilómetros, con largas paradas a pleno sol, sin posibilidad de comer ni de beber. Ya en la cárcel, Antonio sufrió las penalidades de la prisión y murió el 12 de agosto de 1942. Antonio, un labrador manchego, estaba casado y dejó un hijo.
-Cipriano Frías Cámara, un burgalés de Gumiel de Mercado, que fue hecho preso y trasladado a Valdenoceda, donde murió, de hambre y frío, el 6 de diciembre de 1939. Era jornalero.
-Francisco Gordón Beloqui, de Valle de Mena, Burgos. Esta familia fue localizada gracias a la labor del Ayuntamiento de Valle de Mena, que localizó a la familia y le comunicó la noticia de que Francisco había muerto el de 9 de marzo de 1940 en Valdenoceda, a muy pocos kilómetros. Era labrador. Viudo, dejó 2 hijos y 1 hija. Durante muchos años, la familia de Francisco no sabía qué había pasado con él. Por fin, Francisco volvió a su pueblo.
-Felipe Mora Úbeda, de Alcolea de Calatrava (Ciudad Real). Felipe era otro manchego trasladado, como tantos otros, en vagones de ganado hasta Burgos. Murió como consecuencia del hambre, el frío y las enfermedades, el 24 de noviembre de 1941 en la prisión. Era campesino.
-Félix Estébanez Bascones, de Aguilar de Campoo (Palencia), que murió en la cárcel de Valdenoceda el 22 de febrero de 1940. Era viudo y dejó 2 hijos.
-Andrés Asensio Espino, nacido en Tarazona, en la provincia de Zaragoza. Murió en la cárcel de Valdenoceda el 17 de diciembre de 1940. Era cocinero y a su muerte dejó viuda y 4 hijos, 2 niños y 2 niñas.
-Pedro Blanco Cobo, nacido en Villanueva de la Reina, Jaén, que murió en Valdenoceda el 29 de marzo de 1941.
-Delfino Campo García, de Santiago de Cartes, Cantabria.
-Vicente Bellido Muñoz, de Alcaudete (Jaén). Vicente murió el 22 de octubre de 1941, dejando viuda y una hija.

En la prisión de Valdenoceda, que fue cerrada en 1943 por las continuas irregularidades que allí se daban y la elevada mortandad, los presos morían de hambre y frío. Durante años, Agrupación de Familiares de Represaliados ha recogido multitud de testimonios de supervivientes que coinciden en estos términos, además de los malos tratos (celdas de castigo en los sótanos, inundadas por el Ebro, con el agua hasta el cuello) y la insalubridad del edificio (plagado de chinches y ratas).

La Agrupación de Familias de Represaliados en Valdenoceda considera que sin este primer paso (recuperar los restos de los represaliados y darles un entierro digno en su pueblo, con su familia) no es posible comenzar a cerrar heridas y avanzar en la concordia, una concordia que todavía tiene deudas pendientes con muchos españoles de bien.

Por eso, anuncian que seguirán "empeñados en la búsqueda de familias, para poder identificar los restos que quedan".

A través de este enlace podéis ver los nombres de los represaliados cuyas familias aún no han sido localizadas.

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